En el año 1959, para celebrar la inauguración de un nuevo colegio, cada uno de los niños mete un sobre en una cápsula del tiempo que deberán abrir los alumnos que estén 50 años después. En el 2009, en la celebración del 50 aniversario, se abre dicha cápsula y se reparte un sobre a cada uno de los niños. Caleb (Chandler Canterbury), el hijo de John Koestler (Nicolas Cage), recibe el sobre de una niña llamada Lucinda, y dentro hay un folio con montones de números sin explicación aparente. John descubrirá que esas cifras se corresponden con fechas sobre catástrofes, de las cuales algunas están por producirse. Así comienza toda una serie de aventuras y acontecimientos que cambiarán al vida de John y su hijo.
Después de bastante tiempo, parece que Nicolas Cage se ha puesto el mono de trabajo y ha hecho una película, cuanto menos, decente. Al menos para mí, hacía mucho que no sacaba una película que mereciera la pena. Y a pesar de que seguramente no hace una interpretación perfecta, deja un trabajo bastante bien hecho.
Aunque no se acerca a ser una de las grandes películas, nos otorga algo más de dos horas entretenidas, con una trama interesante y que nos mantiene en vilo practicamente toda la película.
Yo no soy muy amante de la ciencia ficción, pero en esta película consiguen mostrar toda una serie de elementos paranormales de una forma muy real. Si os gustan la ciencia ficción, el suspense, etc., no dudeis en verla.
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